La música puede afectar nuestro estado de ánimo y el modo en que percibimos el mundo.
Escuchar temas
alegres produce un baño químico de neurotransmisores del placer en nuestro
cerebro, que nos lleva a sentirnos contentos y a percibir la vida desde ese
estado emocional.
Un nuevo estudio realizado por el investigador Jacob
Jolij Meurs Maaike, del Departamento de Psicología de la Universidad de
Groningen, muestra que la música tiene un efecto sumamente importante en la
percepción.
Los sujetos que participaron en la investigación, debían
realizar una tarea en la que tenían que identificar rostros felices y tristes, al mismo
tiempo que escuchaban música.
El resultado de la tarea demostró que los rostros
descubiertos con mayor facilidad eran aquellos que coincidían con la música que oían y que
incluso percibían como alegres o tristes aquellos dudosos, según la música que escuchaban.
Nuestro cerebro constantemente compara la información que
ingresa por los sentidos con la información guardada en la memoria, pero también
utiliza un mecanismo de atajo, adelantándose a lo que vendrá.
Este mecanismo es lo que
hace a la percepción personal de un hecho, de un modo único según la experiencia de
cada individuo.
Sin embargo, con este trabajo se pudo detectar que el
cerebro no solo acumula expectativas sobre la base de la experiencia, sino que la
misma también puede ser influenciada por el estado de ánimo.
Otro estudio realizado en la Universidad Monash de
Victoria, Australia, presenta la relación entre la música, el estado emocional y el
estrés. En esta investigación, se les pidió a dos grupos de estudiantes que
redactaran un discurso. A un grupo se lo dejo trabajar en silencio, al otro se le puso de fondo mientras
trabajaban.
La presión arterial y el pulso de los estudiantes que
trabajaron en silencio mostro un aumento propio del estrés por la tarea, sin embargo no
sucedió lo mismo con los que escucharon música, cuyos signos vitales se mantuvieron
más estables.
Los trabajos de la Universidad de Groningen y Monash,
puede llevarnos a plantearnos la aplicación práctica y diaria de estas investigaciones,
utilizando la música en ámbitos educativos, laborales, y personales para generar estados
emocionales constructivos, o como ayuda para disminuir el estrés.
Inspirado en la teoría del divulgador científico Eduardo
Punset
"Las pequeñas celebraciones que llevamos a cabo todos
los días hacen que segreguemos endorfinas en nuestro cerebro que regeneran las
células neuronales. La salud de estas células contribuye a la sensación de
felicidad vital. Celebrar la vida un poco cada día, ayuda a que cada vez más
sintamos un estado de felicidad global."